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La perspectiva familiar en las políticas públicas

Stephen Covey, autor del libro Los Siete Hábitos de la Gente Altamente Efectiva, explica de la mejor forma que conozco lo que es una perspectiva. En su libro, Covey realiza un ejercicio para mostrar cómo las personas interpretamos la realidad a partir de unos “lentes”, que él llama, aunque ilustran muy bien lo que es una perspectiva.

El ejercicio consiste en presentar la imagen de una mujer elegantemente vestida; en esta imagen, los lectores pueden ver tanto a una anciana como a una mujer joven. Lo que ellos ven depende de una imagen que vieron antes: si el lector vio una imagen de una mujer joven, entonces, sus sentidos captarán a una mujer joven en la imagen que presenta Covey. En cambio, si anteriormente el lector observó la imagen de una anciana, entonces la imagen en cuestión le aparecerá como una anciana. ¿Cuál imagen es la correcta? Ambas.





La realidad es tan compleja como para ser observada en su totalidad por un solo individuo o un grupo limitado de personas. El enfoque con el que previamente se acerca un individuo o un grupo a observar la realidad resaltará ciertos aspectos; a su vez, un enfoque distinto resalta otros aspectos. Esto no significa que no exista la verdad, o que ambas personas tengan “su verdad”; esta discusión es más propia de la filosofía o la teología. El punto aquí es que la realidad, incluyendo la social, es tan compleja que puede ser observada desde distintas perspectivas.

Todas las personas, además de una dimensión individual, que conlleva la libertad, voluntad y dignidad por el simple hecho de ser persona, cuentan con una dimensión comunitaria. Los individuos requieren de otra persona, en primer lugar, para existir; después para subsistir; y por último para progresar en todos sus aspectos. Esto implica que las personas son individuos, pero también son miembros de una comunidad. La familia es una de esas comunidades en las que los individuos se desarrollan, subsisten y existen. Es más, la comunidad familiar ha estado presente durante todas las etapas históricas de la humanidad, e incluso antes.

Lo que sucede en la familia afecta, tanto positiva como negativamente, a los individuos que la conforman. Las dinámicas que en ella se vivan y la estructura que tome influirán en sus integrantes. Por esta razón, la familia es importante para el desarrollo del individuo. De igual manera, lo que cada uno de los individuos realice o deje de hacer con su familia afectará a la comunidad familiar y a los otros miembros. Por lo anterior, los cambios y variaciones en las estructuras y dinámicas familias influyen tanto en los individuo como en la sociedad que aquellos conforman.

Los cambios en las estructuras y dinámicas de la familia, por ejemplo la participación cada vez más amplia de mujeres en actividades laborales por las que reciben una remuneración, generan exigencias para la sociedad, en general, y políticas públicas al gobierno de manera específica. Estas políticas pueden afectan a la comunidad familiar; esto al individuo y a la sociedad. Es decir, la familia, la sociedad y las políticas públicas están estrechamente relacionadas y logran o dificultan el bienestar de cada persona.

Las políticas públicas son el conjunto de acciones y decisiones que, de manera sostenida en el tiempo, realizan los Estados para resolver problemas considerados públicos. Algunos estudiosos han ofrecido etapas de un ciclo de políticas como herramienta para analizar el proceso de lo que se conoce como hechura de políticas públicas (del inglés, policy making). Estas etapas de la política pública incluyen (i) la definición del problema; (ii) la entrada a la agenda pública del problema público; (iii) el diseño de la política pública; (iv) la implementación de la política pública; y (v) la evaluación de la política pública.

En cada una de las etapas del ciclo de política pública, los actores involucrados utilizan datos, técnicas estadísticas, narrativas, instrumentos de política pública y metodologías de evaluación. Todos los elementos anteriores suelen contener una carga de valores, ideas y supuestos que predisponen la manera en que se definirá el problema, en que será introducido a la agenda; los instrumentos seleccionados para atender a la población objetivo, los esquemas de organización para operar la política pública y los criterios de evaluación. La perspectiva con que actúan los actores involucrados tendrá una gran influencia en el diseño de la política pública y sus resultados sociales.

En los Estados democráticos modernos se ha reconocido el derecho humano a y a la protección a la familia. Por esta razón, las políticas públicas deben promover, garantizar, respetar y proteger este derecho. Para ello no es suficiente hacer políticas públicas dirigidas a la dimensión individual de la persona, sino que son necesarias políticas públicas con perspectiva familiar.

Una política con perspectiva familiar es aquella que reconoce en cada una de las etapas de la política pública la dimensión familiar de los individuos. Las políticas de salud, seguridad, economía, transporte, movilidad, educación, etc., suelen obviar que los individuos forman parte de una familia; pueden caer en el error de pasar por alto las dinámicas, estructuras y roles familiares. Como consecuencia, estas políticas pueden carecer de los resultados deseados o, incluso, afectar la dimensión comunitaria de quienes pretende beneficiar.

Cada país o región del mundo presenta particularidades específicas en sus problemas públicos. Perspectiva familiar también es reconocer que esos problemas pueden ser atendidos fortaleciendo e involucrando a las familias. En los países desarrollados, los problemas de estrés, soledad, reducción de la tasa de natalidad, entre otros, pueden ser atendidos fortaleciendo lazos familiares mediante, por ejemplo, la promoción de jornadas laborales que permitan pasar tiempo con la familia. En los países en desarrollo, la familia es crucial para la transmisión de condiciones de pobreza o para impulsar la movilidad social en el logro educativo, laboral y en la mejora del ingreso. En todos los países se requieren habilidades para propiciar la cohesión y solidaridad entre las generaciones, lo cual ocurre principalmente en la familia.

En suma, la perspectiva familiar en las políticas públicas es aquella visión de política pública que reconoce la dimensión familiar de los seres humanos en todas las etapas de la hechura de políticas públicas. Lo anterior implica observar que los problemas públicos y las acciones de política pública influyen en la familia, y viceversa. Esto exige la protección, garantía, respeto y promoción del derecho a y a la protección familiar, ya que con ella los individuos existen, subsisten y progresan.

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